lunes, 20 de abril de 2015

Exégesis estilo Ironman

(Texto originalmente publicado en la revista Razón y Pensamiento Cristiano


Como todos los superhéroes Iron Man no tiene una biografía homogénea, sino muchas versiones de la misma, renovándose periódicamente desde la Guerra Fría hasta hoy. Ha participado en muchos universos, haciendo lo que se conoce como crossover: Civil War, World War Hulk, Avengers. Su vida transcurre en diversos formatos: cómic, televisión, cine, videojuegos. Además ha sido encarnado, en doblaje y actuación, por distintos actores, siendo, desde luego, el más famoso, Robert Downey Jr. Pero no hay que olvidar a Robert Hays (Cat’s Eye)quien hizo su voz en la serie televisiva.

Iron Man surge en 1963, es el nombre de la poderosa armadura del científico y empresario Tony Stark creada por él mismo con la ayuda del ingeniero Ho Yinsen, con la finalidad de escapar del secuestro de unos comunistas, quienes les exigían crear armas mortales. Durante el secuestro Stark había recibido un gran daño en el pecho en el que queda alojado un pedazo de metralla. Por tal motivo, una vez fuera del poder de sus captores (gracias al sacrificio de Yinsen) y de regreso en Estados Unidos, Tony Stark diseña un Reactor que le permite proteger a su cuerpo de la esquirla. Este Reactor debe recargarse diariamente y también se convierte en emisor de un campo de poder, y funciona como interface para el uso de la armadura Iron Man. Con el paso del tiempo, según la versión más estable de su biografía, la interface comienza a fallar, e incluso, en algún momento, debe operar a Iron Man a control remoto.

Con este retrato mínimo del personaje Iron Man, es posible, ahora, reconocer este paradigma estructural en diversos personajes bíblicos. En efecto, la construcción de personajes en la Biblia es semejante a la que se realiza en los universos Marvel. Antes de ver exactamente cómo es esto posible, se dirán algunas necesarias palabras sobre el estudio estructural aplicado a la investigación bíblica.

1. Exégesis estructuralista


La exégesis estructuralista aplicada a la Biblia es aquella que repara en las secuencias narrativas, las relaciones actanciales y sus transformaciones. Esta técnica no repara en lo “verdadero” de un pasaje, ni en la manera en que este encaja doctrinalmente con el conjunto bíblico. Es un análisis de la forma del relato, no de su contenido.

Veamos un ejemplo: La resurrección de Jesús. Aquí se sigue un patrón narrativo de cinco momentos: 1) Llamamiento/Bautizo, 2) Crecimiento, 3) Prueba/Conflicto, 4) Muerte/Fracaso, 5) Resurrección/Triunfo. Estos cinco momentos son los que estructuralmente enmarcan el relato de la Resurrección de Jesús. Como es posible apreciar, este modelo estructural es aplicable a otros personajes y en los últimos años ha sido exacerbado, a veces de forma muy aburrida y predecible, por distintas películas.

Otro aspecto de la exégesis estructuralista es que no analiza personajes sino “actantes”. Los personajes tienen nombres, los actantes roles o funciones. Los más usuales son el Protagonista, el Ayudante y el Opositor. En la historia de Jesús quedan claro estos actantes: él es el Protagonista, los discípulos, Nicodemo, el Centurión con su soldado enfermo, las mujeres, son Ayudantes, pues confían en él y refuerzan estructuralmente su rol. Finalmente los Opositores, son escribas y fariseos.

La exégesis estructuralista tiene otros niveles de trabajo. Por ejemplo, un estructuralismo lingüístico puede reparar en que en el relato de Jacob que lucha contra el “ángel” en Bet-el, es una narración cuyo eje paradigmático (finalidad del relato) es la transformación, pero sus articulaciones sintagmáticas (desarrollo de los aspectos del relato) son de inversión.

El personaje Jacob, quiere cruzar un vado. Qué función tiene este “cruce” queda claro cuando se repara en que el vado que quiere cruzar Jacob se llama Jaboc (nótese el traslape del fonema /b/ y de la letra bet en el original): invertir las cosas. También hay que destacar que el relato termina en el alba, justo el momento de “cruce” o inversión de noche a día. Jacob también cruza palabras y golpes con un varón que no lo deja cruzar. No obstante, quien se impone es el extraño quien asesta un golpe al muslo de Jacob. Este golpe es unidireccional: hacia Jacob, él no puede responder. No obstante, tras ese gesto, Jacob finalmente puede cruzar (en dirección inversa al golpe) no solo el vado, sino su antigua personalidad y transformarla: de “Jacob” a “Israel.”





Se recomienda consultar la obra coordinada por Roland Barthes sobre estructuralismo bíblico, la cual contiene importantes exégesis del Antiguo Testamento, incluyendo un trabajo sobre Jacob y su cruce del Jaboc, pero con un análisis más integral que el ejemplo aquí presentado1. En general han sido estudiosos franceses los que han destacado en estructuralismo, en lo cual, sin duda, es clave la figura de Claude Levi-Strauss quien fundó el estructuralismo antropológico y creó modelos diversos para el análisis del relato mítico e histórico.2 En el terreno teológico latinoamericano el estructuralismo exegético también ha sido relevante como lo constató Severino Croatto en varios libros y ensayos.3 

2. Iron Man como paradigma exegético


¿Cómo el paradigma estructural Iron Man se vincula con la exégesis bíblica? Ya se ha visto que el estructuralismo reduce las narraciones a sus elementos constitutivos, es un análisis de la forma y solo secundariamente del contenido. De este modo al proponer esta comparación Iron Man-Exégesis, se desea reparar en que la forma narrativa de construcción de este personaje tiene principios estructurales que coinciden con los de los personajes bíblicos.

a) Biografía heterogénea: Iron Man/Tony Stark, ha sido héroe, traidor de los Avengers, enemigo de comunistas, enemigo de terroristas, pero no siempre en la misma línea biográfica. Muchos de estos roles corresponden a su participación en diversos universos. En la Biblia hay muchos personajes así, quienes según unas fuentes hicieron una cosa, y según otras no. Para una tradición Adán tuvo como primer hijo a Caín, pero según otra tradición de carácter sacerdotal, su primer hijo fue Set.4


Desafortunadamente este tipo de casos son vistos por defensores y detractores de la Biblia como “contradicciones”. No lo son, y por lo tanto no requieren armonización ni refutación. Se trata sencillamente de lo que en Marvel se conoce como “universos paralelos”. Sí, Iron Man muere luchando contra Onslaught, pero eso no lo mata en otras sagas.

b) Crossovers: Iron Man ha sido “invitado” a participar con otros superhéroes y esta participación, en realidad, no afecta la línea principal de su biografía. También hay personajes bíblicos que han hecho crossover. Por ejemplo, Elías y Moisés en el monte de la transfiguración (Mateo 17:1-13) y luego en Apocalipsis 12:1-14, disfrazados de “Los Dos Testigos”. Moisés hace muchos crossovers en el libro de los Salmos, Job tiene una aparición en un episodio de Ezequiel (14:14), la sombra de Hércules que Odiseo alcanza a ver en el Infierno… bueno, este último no es bíblico.


c) Formatos: Desde luego no es cómics, televisión, cine y videojuegos como Iron Man, pero muchos personajes bíblicos también han estado en distintos formatos. El personaje de Abraham debutó en relatos orales, posteriormente fue trasladado a la escritura. En general muchos personajes sufrieron este cambio de formato, pero, de lo oral a lo escrito no es el único camino. “El Dragón”, “El Seol”, “El Rey”, son personajes del libro de Salmos que Othmar Keel ha descubierto que aparecen en formato icónico en los pueblos vecinos de Israel: Egipto y los de la cultura babilónica. Él utiliza ese bagaje iconográfico para realizar un importante estudio que profundiza en la exégesis de los salmos y en general del Antiguo Testamento.5


d) Avatares: Actores de doblaje y actores “live action”, Iron Man, Batman, Spider Man, Superman, han conocido muchos. En la exégesis bíblica este caso es menos recurrente, se puede señalar a Juan el Bautista quien personificó o actuó como Elías (Marcos 8:28). Aunque el problema fue que los críticos de actuación fueron muy severos y, como sabemos, no lo nominaron al Óscar.


3. El Reactor en el pecho


Tony Stark es un capitalista rampante, ingeniero militar, empresario imperialista, millonario engreído. Pero Iron Man es un héroe. ¿Qué los une? El Reactor que Stark tiene en el pecho. Eso permite que ambos seres (Tony Stark / Iron Man) puedan convivir por más contradictorios que sean.

La exégesis bíblica pareciera hacer juicio a Tony Stark al tratar con los personajes bíblicos, desencantándolos y mostrando los aspectos “humanos” del relato. En tanto que sermones, devocionales y clases bíblicas parecieran estar describiendo a Iron Man cuando hablan de David, Moisés, Ana. Si un hermano llega con un exégeta hablando maravillas de José “el soñador”, es posible que el hombre de gabinete le responda que José solo fue un interesado político que creó una fiscalización del grano en el gobierno hicso establecido en Egipto. Y si un seminarista comenta en su sermón que Moisés pudo no haber sido un personaje histórico según investigaciones arqueológicas, lo más probable es que ese culto no termine muy bien.

Lo que se propone aquí es que los que estamos interesados en la exégesis bíblica, académica y devocional, tenemos un serio problema en la interface del Reactor en el pecho, no logramos conciliar a Iron Man con Tony Stark, nuestros relatos de bronce de los personajes bíblicos, con su análisis crítico.

Un caso muy claro es el libro de McKenzie “El rey David”6, en el que el autor se propone leer “políticamente” la biografía del rey David, siendo, supuestamente, muy crítico en cuanto a los relatos que tratan de engrandecerlo. El resultado, como él mismo reconoce, es descuadrar el retrato tradicional de este personaje: No mató a Goliat, tuvo una participación sospechosa en la muerte de Jonathan, su Reino fue poco esplendoroso. Digamos que olvidó cargar su Reactor del Pecho, guardó a Iron Man y se quedó con Tony Stark. Esto es como sí solo viéramos a David como el pequeño pastorcito y compositor musical que logró convertirse en el Gran Rey de Israel, fundador de un linaje y prefiguración del Mesías: aquí, lo que ocurre, es que nunca se deja salir a Tony de la armadura. Ambas perspectivas son sesgadas, un lado no puede existir sin el otro, aunque sean contradictorios.

Por eso hay que reparar la interface, tener bien instalado y cargado nuestro Reactor en el Pecho, a fin de que la exégesis realizada no sea romántica (Iron Man), o solamente historicista (Tony Stark). A quienes privilegian la lectura Iron Man, se les debe recordar que el objetivo de la Biblia no es fabricar héroes, sino mostrar a Dios que está por encima de todos ellos, y a quienes solo les gusta la lectura Tony Stark, les convendría reparar en estas palabras de C.S. Lewis: “No es que tengan la cabeza muy grande, sino el pecho demasiado angosto”7.
__________
  1. Barthes, Roland y R. Martín-Achard, Análisis estructural y exégesis bíblica, Ediciones Megápolis, Buenos Aires, 1973.
  2. Levi-Strauss, Claude, Antropología estructural, Barcelona, Paidós, 1974.
  3. Véase en particular Croatto, Severino, Hermenéutica bíblica. Un libro que enseña a leer creativamente la Biblia, Buenos Aires, Lumen, 1994.
  4. No se dice según J o según P, debido a que se considera que el modelo de Hipótesis Documental es solo una forma de entender la diversidad bíblica.
  5. Othmar, Keel, La iconografía del Antiguo Oriente y el Antiguo Testamento, Madrid, Trotta, 2007.
  6. McKenzie, Steven, El Rey David, Barcelona, Ariel, 2002.
  7. LEWIS, C.S., La abolición del hombre. Reflexiones sobre la educación, Barcelona, Editorial Andrés Bello, 2000.

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