A Teté y AzulAmor cosmogónico
"Ponyo en el acantilado" (Gake no ue no Ponyo (崖の上のポニョ), llegó a Latinoamérica como "Ponyo y el secreto de la Sirenita" es la décima película de Hayao Miyazaki, se estrenó en 2008. Es una película que ha recibido una gran aclamación del público y la crítica, participó en el 65 Festival Internacional de Cine de Venecia. Si bien no alcanzó el Oscar como su predecesora "El viaje de Chihiro", la recepción de este filme ha sido muy positivo.
De Ponyo en el Acantilado destaca el doblaje de Estados Unidos, en el cual participan figuras hollywoodenses como Noah Cyrus, hermana de Miley Cyrus en la voz de Ponyo; Frankie Jonas, hermano menor de los "Jonas Brothers" como Sosuke; Liam Neeson (Qui Gon de Star Wars) como Fujimoto, el padre de Ponyo; la mismísima Cate Blanchett (Galadriel en la saga de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit") como Granmamare, la madre de Ponyo, entre otras personalidades. En español latino el doblaje se realizó en Argentina con muy buenos resultados.
La película está llena de colores intensos, hay un aura de cotidinaidad e inocencia que le dan un toque lúdico. En la vieja trama aristotélica no genera una fuerte catársis, ya que no hay un conflicto profundo, el desenlace se advierte desde los primeros minutos. Como se dice en el Blog de Cine:
"Ponyo en el acantilado’ sólo tiene la intención de enternecernos y de hacernos disfrutar. Por ese motivo, no presenta conflictos graves, sino que, muy al contrario, el devenir de los hechos se desarrolla sin apenas importunar a los protagonistas, quienes rápidamente encuentran soluciones para lo que está ocurriendo. Todo esto que, en otros film sería una carencia, en la presente es perfectamente válido, pues lo único que queremos mientras vemos la película es ver a Ponyo y sentirnos bien con los maravillosos dibujos que estamos contemplando".
De ningún modo esto significa que su trama carezca de profundidad, ni que sea simplista ni lineal. "Ponyo en el acantilado" presenta una complejidad intrínseca: Contar de nuevo una historia que desde el principio uno piensa que ya conoce. Esto se debe a factores externos e internos. Como factor externo se señala la comparación que, a nivel mediático, se realizó entre esta película y el cuento de "La Sirenita" de Hans Christian Andersen. Laura Montero Plata ha demostrado que, en realidad, Ponyo en el acantilado tiene mayor deuda con el relato folclórico japonés del siglo XV "Urashima Taro", en el cual un pescador salva a una tortuga, que en realidad es la princesa del reino del mar, con quien se casa, viviendo en el reino submarino [1].
Ponyo comiendo jamón
Como factor interno que crea la ilusión de tratarse de una historia conocida, es que desde el principio se puede advertir el amor que se genera entre Ponyo y Sosuke. De hecho, ambos confiesan quererse antes de la mitad de la película, por lo que un beso final es algo que dista de ser sorpresa. Así mismo, se prefigura desde el comienzo la posiblidad de Ponyo de convertirse en humana, pues su padre declara que él lo fue alguna vez.
J.R.R Tolkien desarrolla el mitema de un hombre que, vía alianza matrimonial exogámica, adquiere un puesto de autoridad en el reino marino en su obra póstuma "Roverandom" [2]. Aunque concebido en 1925, el pequeño cuento es publicado hasta 1998. Rover era un perro con malos modales quien por ofender al brujo Artajerjes es convertido en un perrito de juguete. Con la ayuda del mago de la arena Psámatos Psamátides logra recuperar algo de movilidad, viaja a la luna y de ahí debe bajar hasta el fondo del mar para buscar a Artajerjes y suplicarle que le retire por completo la maldición. Artajerjes está ahora casado con la hija de Poseidón en Pershore. Pero el cuento de Tolkien no es de "vivieron felices para siempre", pues Artajerjes descubre que el trabajo administrativo en el mar no es fácil y dista de ser un rey, a lo mucho es PAM (Pacific and Atlantic Magician) que funciona como mero descriptor burocrático.
"Ponyo en el acantilado" cuenta una historia de umbrales traspasados. No obstante, a diferencia de los relatos de "Urashima Taro", "La Sirenita" y "Roverandom", no trata sobre cómo un ser humano conquista el reino marítimo, sino cómo el mundo maritimo traspasa las fronteras posibles del mundo terrestre, al que anega y enamora.
La historia comienza con un pequeño pez rojo con cara de niña que desea explorar el mundo allende los mares. Hija de un malvado mago llamado Fujimoto y de la diosa de los mares, que, como también demuestra Laura Montero, guarda una gran semejanza con la Ofelia, retratada por John Everett Millais [3]. El mar de los humanos está muy contaminado, lleno de basura. Esto hace que Ponyo termine a la orilla del acantilado atrapada en un frasco. Ahí llega Sosuke, un niño de 5 años que rompe el frasco para liberar a Ponyo, cortándose el dedo. Ponyo lame la herida, la cual sana de inmediato. Pero el haber probado la sangre humana le permite a Ponyo desarrollar sus habilidades mágicas. Sosuke cuida de Ponyo, la intenta alimentar con pan blanco de un Sandwich, pero Ponyo muestra una gran predilección por el jamón. Mientras, Fujimoto intenta recuperarla sin éxito. Sosuke regresa con Ponyo al mar y, nuevamente en un acantilado, las olas vivientes, esbirros de Fujimoto, arrebatan a Ponyo de las manos de Sosuke quien llora desconsolado en brazos de Lisa, su madre.
Izquierda: "Ofelia" de John Everett Millais (1852)
Derecha: Granmamare
Nuevamente en el mar, Ponyo declara que ya no quiere comer de la comida mágica de su padre, sino jamón, y que además desea tener piernas y brazos como Sosuke, los cuales finalmente logra obtener, escapando de la tutela patrilocal. Regresa en medio de una tormenta y tsunami con Sosuke, quien vive en una casa en la cima de una colina que funciona como faro y desde donde se comunica con su papá vía clave morse mediante luces que manda a su embarcación. Fujimoto debe hablar con su esposa-diosa quien le indica que la ruta a seguir es probar el amor de Sosuke hacia Ponyo. Si la ama de verdad, podrá quedarse como niña, pero perdiendo sus poderes mágicos. Si Sosuke no ama a Ponyo, ella desaparecerá. Desde luego Sosuke ama a Ponyo y ambos cruzan en un barquito la inundada ciudad que ahora se encuentra invadida por peces de la prehistoria, específicamente formas de vida que pululaban la tierra en la era Devónica. Lisa es informada en el fondo del mar de la prueba de amor directamente de labios de la madre de Ponyo, mientras ella, Fujimoto y un grupo de ancianas al custodio de Lisa, deben ser testigos de la prueba. Ahí, en el fondo del mar, ellas pueden respirar muy bien y las cansadas piernas de las ancianas obtienen nueva vitalidad. Sosuke demuestra su amor por Ponyo, quien ha vuelto a su forma de pez, y se le indica que regresando a tierra firme, le de un beso para consumar la alianza. Es Ponyo quien debe robar el beso de los labios del valiente niño.
Pese a la crítica que señala que Ponyo en el acantilado es una historia de amor, desde la perspectiva frikiteológica, se puede leer plenamente como un relato de la creación, una cosmogonía enmarcada en el paradigma evolucionista que funciona como una forma de esperanza escatológica.
La frikiteología no es un programa de objetividad interpretativa, no pretende descubrir el pensamiento de los autores (mangakas, animadores, cineastas), ni ser fiel a sus intenciones. La frikiteología es una especie de fanfic hermenéutica mediante la cual se descubre, a nivel simbólico y narrativo, los vínculos entre obras de animación japonesa (no se descartan de Estados Unidos y otros países) y la teología cristiana (no se descartan otras teologías). La frikiteología es una mediación de sentido entre los universos de la animación y los doctrinales.
La frikiteología no es un programa de objetividad interpretativa, no pretende descubrir el pensamiento de los autores (mangakas, animadores, cineastas), ni ser fiel a sus intenciones. La frikiteología es una especie de fanfic hermenéutica mediante la cual se descubre, a nivel simbólico y narrativo, los vínculos entre obras de animación japonesa (no se descartan de Estados Unidos y otros países) y la teología cristiana (no se descartan otras teologías). La frikiteología es una mediación de sentido entre los universos de la animación y los doctrinales.
Las eras de la vida
Para Richard N. Adams, la evolución biológica y social se realiza a partir de una ecuación con los factores energía y recursos: obtener mayor cantidad de recursos con menos energía [4]. La evolución es una lucha constante contra la entropía que disipa la energía de un sistema y, como señala la Segunda Ley de la Termodinámica, por los cambios espontáneos aumenta el desorden del universo. Esto obliga a que las especies (no individuos) deban generar dispositivos que les permitan almacenar mejor la energía, viajar a mayor velocidad, mejorar los sistemas de reproducción, de excreción, de camuflaje, etc.
El arqueólogo y antropólogo André Leroi-Gourhan demostró que en la evolución de la especie humana no fue el cerebro quien le marcó la diferencia con el resto de los homínidos, sino el desarrollo de la mano. Con el pulgar opuesto, la mano del homo sapiens pudo crear y utilizar herramientas que le facilitaron la ingesta de alimentos, esto provocó que la mandíbula se retrajera dejando mayor espacio en el cráneo para el crecimiento del córtex frontal y con él, el Sistema Nervioso Central tal como hoy lo tenemos [5]. El pulgar opuesto permite a la especie humana acaparar mayor cantidad de energía en forma de recursos alimenticios, herramientas y ¡el teléfono celular!
El Devónico pertenece a la Era Paleozocia, comenzó hace 416 millones de años y terminó hace 359 millones de años. Es una época de dominio del mar, posiblemente en esta época nace Poseidón, así como el Leviatán y el Tohu Vavohu o Caos primigenio que Dios tuvo que enfrentar desde el primer día de la Creación (Génesis 1.2). El Devónico es la Era del Reino de los Mares, cuando traspasaron su frontera y alcanzaron tierra firme. En el Devónico comienzan a abundar las plantas y se "coloniza" la tierra y básicamente el territorio está lleno de artrópodos (escorpiones, cienpies, libélulas, etc.), los cuales desarrollan exoesqueletos y la posiblidad de ecdisis, o abandono del cuerpo externo por uno nuevo. Lo cual, como Cell demostró, es una forma en la cual se va acumulando energía al dehacerse de un cuerpo ya con pocas posiblidades de batalla.
Exoesqueleto de Cell después de realizar una ecdisis
El Devónico también tuvo un importante aumento en nitrógeno derivado de las excrecencias de los artrópodos que colonizaron la tierra. Una característica de los artrópodos terrestres es que sus excreciones no producen amoniaco, sino ácido úrico y guanina. Inundar de nitrógeno la recién habitada tierra firme, es también un proceso de evolución energética.
Eras geológicas
A su vez, el Devónico se subdivide en 3 etapas y 7 niveles estratigráficos. Durante el Devónico predominaron trilobites, los especímenes pertenecientes a esta era se han encontrado en lugares como Polonia, Austria, Ucrania, Marruecos, Estados Unidos, incluso Bolivia.
El Devónico fue una era en la cual los mares colonizaron la tierra, y desde ahí se inició un nuevo nivel de evolución, eventualmente aparecerán los mamíferos y entre ellos el hombre que, en su ambición por controlar cada vez más recursos sin fines estrictamente de supervivencia, ha generado un alto nivel de contaminación, al no reparar en las reglas biológicas que dan equilibrio.
El uso exacerbado de combustibles fósiles, muchos de ellos del Devónico, signifca dejar de honrar a los antepasados prehistóricos. Y como la sabiduría tribal por todo el mundo establece, dejar de honrar a los antepasados, hacer un mal uso de su memoría/recursos/energía desencadena catástrofes, enfermedades y desequilibrio. Víctor Turner detalla esta creencia entre los ndembu de Zambia. Cuando no se ofrecían sacrificios y dádivas a los antepasados, estos castigaban con enfermedades y caos [6]. Visto de ese modo, el calentamiento global es una enfermedad enviada por los espíritus ancestrales del Devónico y del Paleozoico en general, por el mal uso de su legado.
Izquierda: Algunos especímenes fosilizados del periodo devónico
Derecha: Fauna marina de "Ponyo en el acantilado"
La Resurrección de la Prehistoria
"Después de haber reunido entre sus hombres cerca de 2.000 dracmas, las mandó a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy hermosa y noblemente, pensando en la resurrección. Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; mas si consideraba que una magnífica recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un pensamiento santo y piadoso. Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado"
(2 Macabeos 12:43-46)
Supuestamente el Antiguo Testamento rechaza cualquier culto a los antepasados y oraciones por los muertos, excepto en 2 Macabeos 12:38-45. Mary Douglas, en su libro "El Levítico como literatura", señala que es posible encontrar en el Levítico un sustrato anterior de la Tradición Sinaítica. El rechazo a la creencia y culto a demonios y espíritus, la prohibición de brujería, así como la condenación de la necromancia y culto a los antepasados en general no los ve como mera racionalización del mundo para dar paso a la creencia de un Dios trascendente (como se ha hecho desde Max Weber). Para Mary Douglas, estas normas en contra de espíritus y ancestros se debe a un rechazo estratégico a las otrora tradiciones hegemónicas, un rasgo profundo de diferenciación teológica a fin de establecer las bases de una nueva sociedad [7]. Víctor Domin en su ensayo "Dead Or Alive? Necromancy, Ancestor Worship, And The Cult Of The Dead Duringthe Ancient Israelite Monarchy", ha demostrado que el culto a los antepasados nunca fue extirpado del todo en el antiguo Israel y era predominante en el Antiguo Cercano Oriente [8].
Para el caso de Japon, el shinto establece también el culto a los antepasados como forma de reconocimiento y gratitud. Los Kamis y, específicamente los tengu (espíritus enmascarados), representan el honor en el que se debe tener a los antepasados. Las consecuencias de no reverenciarlos adecuadamente es un retorno de ellos para causar estragos. Miyazaki, pese a que niega el sustrato religioso en sus películas, presenta la idea de culto a los antepasados y a los Kamis en "El viaje de Chihiro", donde un Kami del río debe ser atendido en un spa para dioses. Confundido con un Dios apestoso, Chihiro debe bañarlo y descubrir su verdadera identidad: un río que fue contaminado.
Ponyo en el acantilado predica una forma de culto a los antepasados, o a los Kamis. Pero en esta ocación el antepasado en cuestión es el mismo Mar que emerge lleno de vida durante el Devónico y ahora ha sido contaminado por los seres humanos, olvidando las reverencias y cuidado debidos. La revancha o castigo por el olvido del ancestro Mar es la inundación del mundo, la Resurrección de las fuerzas y animales prehistóricos quienes vuelven a tomar su lugar predominante.
Los seres humanos guardamos un importante vínculo con el mar y los animales del Devónico como predecesores biológicos en la evolución. "Ponyo en el acantilado" presenta, mediante la ilustración de un cándido pueblito, la gran contaminación que presentan hoy en día los mares debido a la acción humana. Incluso materiales supuestamente ecológicos o amigables con el ambiente, como el vidrio, se vuelven en peligrosos artefactos de muerte, como lo demuestra el hecho de que Ponyo quedara atrapada en un frasco y estuviera a punto de morir a no ser por la intervención oportuna del pequeño Sosuke.
Las imagenes de la contaminación marítima son abrumadoras: redes, PET, petróleo, artefactos domésticos inundan los mares. Una pintoresca ciudad, de pocos habitantes, donde todos se conocen entre ellos, son buenas personas, atienden a los ancianos y procuran una buena educación a los niños, que valoran el esfuerzo de los padres que salen a arriesgar la vida en barcos pesqueros, es en realidad una fuente nociva de polución, contamina los mares y prodiga muerte.
Ponyo atorada en un frasco de vidrio, rodeada de basura
Fujimoto, quien fuera humano alguna vez, antes de casarse con Granmamare, la Diosa de la Gracia y Madre del Océano, se ha consagrado a la protección de la vida marítima. Cuando sale a la superficie requiere de una regadera para estarse mojando constantemente. Guarda en una bodega un pozo con un líquido verde que reúne la energía del mar, el cual bebe periódicamente. Según comenta está esperando acumular cierta cantidad de ese líquido para liberarlo y restituir los mares de la prehistoria. No obstante, Ponyo, en un capricho por humanizarse y habitar entre nosotros, abre la ventana de la casa marítima de Fujimoto inundando los espacios secos, anegando la bodega y el pozo donde se guardaba el energético brebaje.
La liberación de este líquido representa el inicio de un programa apocalíptico que provoca el acercamiento de la luna, y por ello, la súbita crecida de la marea. Una tormenta arrecia y el pequeño poblado donde viven Sosuke y Lisa, su madre. Mientras tanto, las embarcaciones de la localidad, entre las que se encuentra el barco del padre de Sosuke, son arrastrados hacia el límite de la existencia: Un cementerio de barcos que se despliega verticalmente sobre lo que parece ser el fin del mundo.
Laura Montero, encuentra que este cementerio de barcos alude al Tokoyo, un mundo trascendental utópico y prohibido (es el mundo más allá de los mares), que Miyazaki también utiliza en el filme "Porco Rosso", en forma de cementerio de aviones. Siempre hay un precio que pagar por visitar el Tokoyo, el más común es morir y no regresar, pero de regresar se es presa de una mutación, dejando a la persona, incluso irreconocible. En "Porco Rosso", Marco Paglot pagó su viaje al Tokoyo regresando con cuerpo de puerco [9]. En el Tokoyo de Ponyo en el acantilado, el padre de Sosuke y su embarcación se topan con Granmamare, quien les da la venia de protección, provocando actos de reverencia religiosa por parte de los marineros.
Esta trama de renovación, de Génesis, que incluye la alteración del órden cósmico (la luna acercándose a la tierra), el desbordamiento de las fuerzas del mar (tsunami) y el contacto con la dimensión trascendental (Tokoyo), es acompañada por una subtrama de amor tierno entre dos niñitos. Ponyo es la responsable de precipitar la Resurrección de la Prehistoria, pues en su intento de escapar de la tutela patriolocal, inunda el mar del líquido energético. De este modo, el anhelo de amor desata una nueva creación.
Conclusión: Ponyo y Sosuke como la pareje primigenia
Llegados a este punto viene a colación recordar que los mitos cosmogónicos o de creación se caracterizan por la intervención de una pareja primigenia de Dioses. Destaca el caso del Enuma Elish en donde los dioses Marduk y Tiamat deben pelear a muerte. En Génesis 1 establece el relator Sacerdotal (P) eliminó las referencias politeístas de los relatos cosmogónicos mesopotámicos y reduce a un Dios creador (אֱלֹהִ֑ים:Elohim). Su consorte se transforma en "Espíritu de Dios" (ר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים: Ruaj: femenino en hebreo) y la enemigo a derrotar adquiere un carácter abstracto como "tinieblas" o "caos" (תֹ֙הוּ֙ וָבֹ֔הוּ: Tohu Vavohu) [10].
Marduk vs Tiamat
Ponyo y Sosuke forman parte del mundo viejo, aquel que está condenado a desaparecer por la deshonra al antepasado mar. Pero en su niñez se advierte el nuevo comienzo. Las ancianas y los adultos son co-responsables de la situación actual, pese a que tienen, en sentido narrativo, buen corazón. El buen corazón no es suficiente ante un drama que se remonta a millones de años. Así como David no pudo construir el Templo debido a que hubo derramado mucha Sangre, y la labor se vio encargada a su hijo Salomón (hijo de paz), del mismo modo Fujimoto no puede desatar la Resurrección de la Prehistoria, por que tiene pasado humano, porque es adulto y co-responsable. Es la niña pez Ponyo, quien amando a un niño de la superficie (dialéctica de la dualidad cósmica) permite a las aguas marinas desatar toda su fuerza.
Ponyo y Sosuke forman parte del mundo nuevo, son el vínculo de comunicación con la era pretérita y los emisarios o primicias de la nueva Creación. Ponyo es hija de Granmamara, y Sosuke, al demostrar su verdadero amor a Ponyo, le sirve como acto de propiciación. Amando a Ponyo, Sosuke reconcilia a la humanidad con el mar, Ponyo perderá sus poderes mágicos y juntos vivirán en la nueva tierra.
La película no es clara en su súbito final. ¿Qué paso con el mundo tras el tsunami?, ¿se retraerá el mar a su linde anterior?, ¿la humanidad ahora vivirá con peces del Devónico? Si algo pudiera construirse como conclusión es que Ponyo y Sosuke simbolizan una nueva era de relaciones entre la humanidad y su Antepasado Mar que ha visto una Resurrección. Implica un nuevo Génesis donde los niños fungen tanto como los seres sagrados que lo provocaron como los seres humanos encargados de dar continuidad a la especie en la nueva época de vida. La escena de las ancianas corriendo como jóvenes una vez que regresan a tierra firme es una prenda de un nuevo mundo donde ya no habrá fatiga ni muerte, pues el mundo ha regresado a sus orígenes, el Devónico retorna y con él la abundancia de vida y energía, los mares han vuelto a colonizar la tierra.
Notas
[1] Montero Plata, Laura "El mundo invisible de Hayao Miyazaki", Dolmen Editorial, España, 2014, pp. 130-131
[2] El cuento de "Roverandom" aparece en Tolkien, J. R.R,, "Cuentos desde el reino peligroso", Minotauro, 2009.
[3] Montero Plata, op. cit.
[4] Adams, Richard, "El octavio día. La evolución social como autoorganización de la energía", UAM-Iztapalapa, México, 2001.
[5] Leroi-Gourhan, André, "El gesto y la palabra", Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1971.
[6] Turner, Victor, "La selva de los símbolos. Aspectos del ritual ndembu", Siglo XXI, 1999.[7] Douglas, Mary, "El Levítico como literatura. Una investigación antropológica y literaria de los ritos en el Antiguo Testamento", Gedisa, Barcelona, 2006.
[8] Domin, Victor, "Dead Or Alive? Necromancy, Ancestor Worship, And The Cult Of The Dead Duringthe Ancient Israelite Monarchy", Biblical World, 2012.
[9] Montero Plata, op. cit. Consúltese su fantástico capítulo sobre "La reformulación del folklore".
[10] Sobre las interpretaciones de Génesis que encuentran un sustrato oral previo a la edición sacerdotal puede consultarse Astley Jeff et al, "Problems in Theology. Creation. A Reader", T&T Clarck, Londres, Nueva York, 2003. Asi como el clásico Von Rad, Gerhald, "El libro de Génesis", Sígueme, Salamanca, 1977.
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